Fortines de hormigón en el Campo de Gibraltar
Tras la Guerra Civil
Española, el régimen del general Franco fortificó las fronteras
españolas. La amistad con los regímenes
totalitarios de Hitler y Mussolini puso a España en una delicada
situación cuando, sólo unos meses después de la finalización de la
contienda civil, estalló la Segunda Guerra Mundial. El país iría
quedando poco a poco aislado en el concierto internacional,
adoptando un ineficaz sistema económico autárquico que trajo el
hambre para las clases populares. Esta cruda realidad de los años
cuarenta tuvo su plasmación material en la construcción de un
numerosísimo conjunto de elementos defensivos en las costas
mediterráneas y andaluzas, en los archipiélagos y en los Pirineos.
Todo un derroche de recursos materiales en tiempos de extrema
necesidad de buena parte de la población española, para erigir
defensas que nunca habrían de tener su bautismo de fuego. Entre los miles de
búnkeres erigidos en España, el conjunto que forma el “Sistema de
Defensa del Campo de Gibraltar” es posiblemente el más singular. Se
construyeron más de 500 durante el período bélico mundial, a lo
largo de 90 kilómetros de costa entre el río Guadiaro y la población
de Conil. Hacia el oeste, desde Chiclana, comienza otro conjunto
diferente. El sistema campogibraltareño es muy homogéneo
tipológicamente, habiendo dado lugar a uno de los más numerosos y
dispersos conjuntos monumentales de los existentes en España, además
de haber sido los primeros en iniciarse. |