web creada el 20/10/04
Detente junto al río de la Miel, párate y pregunta
por una noche que pasé allí hasta
el alba, a despecho de los censores,
bebiendo el delicioso vino de la
boca o cortando la rosa del pudor.
Nos abrazamos como se abrazan los
ramos encima del arroyo.
Había copas de vino fresco y nos
servía de copero el aquilón.
Las flores, sin fuego ni
pebetero, nos brindaban el aroma del áloe.
Los reflejos de las candelas eran
como puntas de lanzas sobre loriga del río.
Así pasamos la noche hasta que
nos hizo separarnos el frío de las joyas.
Y nada excitó mi melancolía más
que el canto del ruiseñor.
BEN ABI RUH
Algeciras. Siglo XII